20 años emprendidos desde cero

Abstract

Es ésta una celebración muy especial. Son veinte años de fundación. Por fuerza de la vida tengo yo el honor. La alegría y el deber de ser galardonado con la medalla «GUILLERMO OCAMPO AVENDAÑO» recién estatuida para quienes se hayan destacado en el aprecio, el tesón y la tarea de Llevar adelante la Universidad y de impulsarla y hacerla brillar con decidida luz en el horizonte de la Patria.

He aceptado con orgullo esta presea porque señala y representa no propiamente mis merecimientos. Sino porque entraña de verdad la fuerza de esta raza. Hace poco seis meses nada más escuchábamos en este mismo recinto las palabras emocionadas de Guillermo Ocampo Avendaño en cuyo honor se instituyó, la epopeya de su travesía por el tiempo y el espacio de esta querida ciudad.

En un acto sublime de fe en Dios y en este su pueblo -Pueblo de Dios también- Guillermo trazaba con verbo fulgurante y traído dulcemente en las palabras de su hija, una memoria incomparable de la que tenemos que saber dar cuenta los cristianos. Veinte años de educación superior emprendidos desde cero, con el empuje inefable de Silvio Botero de los Ríos muerto en olor de reciedumbre y honradez