Editorial

Desarrollo social y sostenibilidad. Propuestas de economía y justicia social para el cambio



Olga Lucía Ocampo López1

ORCID: https://orcid.org/0000-0002-6394-977X

CvLAC: https://scienti.minciencias.gov.co/cvlac/visualizador/generarCurriculoCv.do?cod_rh=0001389054


Para citar este artículo: Ocampo, O. L. (2023). Desarrollo social y sostenibilidad. Propuestas para el cambio. Ánfora, 30 (55), 13-18. https://doi.org/10.30854/anf.v30.n55.2023.1081

La sostenibilidad comúnmente es definida como el triple resultado (Elkington, 1997) del equilibrio entre tres dimensiones: la economía, el medio ambiente y la sociedad; mientras que para que el desarrollo sostenible sea sostenible debe «[…] asegurar que satisfaga las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las propias» (World Commission on Environment and Development, 1987, p. 23).

La abundancia de marcos de referencia, así como de índices de sostenibilidad, ilustran la multiplicidad de significados e interpretaciones por efecto de los variados enfoques o visiones de diferentes disciplinas, campos de acción y contextos de aplicación (Brink et al. , 2020). Es así como la polisemia en el término ‘sustentabilidad’ ha socavado su credibilidad, lo cual ocasiona la incapacidad de traducir el discurso en acciones concretas.

La ‘sostenibilidad’ es un concepto complejo e integrador que no se puede simplificar demasiado; sin embargo, debe ser lo más concreto y procesable posible para encontrar soluciones a los problemas del mundo real. Reconocer la sostenibilidad como ambigua, compleja, integrada y sistémica facilita la formulación de propuestas para su incorporación (Lima y Partidario, 2020). En este sentido, la investigación, la experimentación y la práctica son fundamentales para avanzar en sostenibilidad, dado que en sistemas complejos no existen soluciones únicas para enfrentar un problema.

Desde esta perspectiva, la complejidad de los sistemas altamente interdependientes requiere ver los sistemas sociales anidados dentro de los sistemas naturales, dado que las organizaciones dependen del entorno natural para insumos y recursos, pero sus acciones impactan directamente la naturaleza a través de ciclos de retroalimentación. Por lo tanto, se reconocen los límites sistémicos del crecimiento dentro de los límites del planeta, los recursos finitos y la dependencia de la sociedad y la economía de la naturaleza (Williams et al ., 2017). En efecto, para integrar la sostenibilidad se requiere adoptar un enfoque de pensamiento sistemático y transdisciplinario para apreciar la interconectividad de los aspectos económicos, políticos, sociales y ecológicos en las dimensiones temporales y espaciales.

Esta visión integral trató de incorporarse en los objetivos de la Agenda 2030 (ONU, 2015), que declaró los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) junto con 169 metas relacionadas; las cuales buscan superar las deficiencias de integración de las políticas, estrategias y aplicaciones que fueron inconvenientes no superados en la anterior apuesta de Objetivos de Desarrollo del Milenio (Giannetti et al ., 2020). La comprensión de los ODS y su incorporación representa un logro clave para evaluar propuestas y mejoras ambientales, sociales y económicas, al igual que dirigir los próximos desarrollos (ONU, 2015). En todo el mundo las autoridades e instituciones se han comprometido a salvaguardar el medio ambiente, fomentar la equidad y el desarrollo sostenible; mientras que, al mismo tiempo, reconocen las conexiones entre estos ODS para lograr el bienestar social (Giannetti et al ., 2020).

Las perspectivas globales en ODS abordan desafíos sociales, políticos, económicos y ambientales que buscan la justicia social, la cual considera una visión de la sociedad en la que la distribución de los recursos es equitativa y todos los miembros están física y psicológicamente seguros y protegidos. Actualmente, la literatura científica exige un mayor enfoque en justicia social con énfasis en la ética, los valores, el cuidado, y el respeto.

Si bien la sostenibilidad es un tema complejo, el desarrollo sostenible es urgente y requiere acciones inmediatas y cambios de los gobiernos, la industria y la sociedad como un todo. Hay grandes desafíos y no hay consenso sobre qué hacer y cómo hacerlo; si se considera como un cambio del modelo de desarrollo actual a uno sostenible, se requieren adaptaciones, cambios, transformaciones e innovaciones razonables y soportadas en la técnica, según los niveles de desarrollo social.

En materia de desarrollo social, la Declaración de Copenhague establece la necesidad de lograr la erradicación de la pobreza, el empleo digno y la equidad de género, mejorar el acceso a la educación, promover la integración social e incrementar los recursos y la cooperación para el desarrollo social; mientras que en el Programa de Acción de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social prioriza la erradicación de la pobreza, el empleo y la integración social. En general, hay consenso en que el desarrollo social comprende diversas áreas, como son: la educación, la salud, el empleo, el delito, la migración y el desarrollo humano.

Con esta edición, la revista Ánfora presenta a la comunidad científica un dossier temático sobre desarrollo social y sostenibilidad, que compila 13 artículos de múltiples disciplinas, elaborados por investigadores en ciencias sociales, administrativas y contables, agrarias, ciencias de la salud, filosofía e ingeniería. Varios artículos abordan el desarrollo social que promueve un enfoque de derechos y equidad; otros, describen sus propuestas de economía y justicia social para la sostenibilidad. Se incluyen, además, reflexiones basadas en la revisión de literatura, análisis de redes sociales, experiencias de enseñanza y aprendizaje, así como casos de estudio de investigación participativa con organizaciones sociales. Los análisis desde el cumplimiento de indicadores de los ODS se presentan en diferentes artículos, como se relaciona a continuación:

En «Situación de trabajo decente en las ciudades de Bogotá, Medellín y Bucaramanga 2018-2020» se analizan cuatro dimensiones recomendadas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para un trabajo decente (ODS 8), como son: la oportunidad de empleo e ingresos, el derecho de los trabajadores, la seguridad y el diálogo social. Los autores evidencian altas tasas de informalidad y subempleo en las ciudades y la pérdida de beneficios laborables, así como brechas salariales por género, que pueden ser explicadas por múltiples factores.

Por su parte, en «Empresas sociales en países en desarrollo: un análisis bibliométrico y tendencias» se demuestra cómo las empresas sociales tienen un avance significativo para contrarrestar la desigualdad social. Estos avances son mayores en los países desarrollados; en especial, en los ODS 1: fin de la pobreza, OD 2: hambre cero, ODS 3: salud y bienestar, ODS 4: educación de calidad, ODS 5: igualdad de género, ODS 6: agua limpia y saneamiento, ODS 8: trabajo decente y crecimiento económico, ODS 10: reducción de la desigualdades y ODS 12: producción y consumo responsables.

En «Individualismo y colectivismo cultural en relación con la desigualdad socioeconómica desde un enfoque de psicología social evolutiva», a partir de una revisión de literatura científica se analizan los conceptos de ‘individualismo’ y ‘colectivismo’ cultural desde una perspectiva de psicología social evolutiva. Los autores exponen que en aquellas sociedades más colectivistas se presenta mayor desigualdad en la distribución de la riqueza por una mayor propensión al conformismo, la pasividad, la obediencia y el sometimiento a las jerarquías sociales. Plantean que la desigualdad socioeconómica, más que un proceso puramente económico, es también un proceso político-cultural y evolutivo.

En cuanto a «Educación ambiental y producción agropecuaria sostenible: una estrategia para la seguridad alimentaria», a partir de una revisión documental se buscó comprender e interpretar el conocimiento y la realidad sobre la educación ambiental y la producción agraria. Los autores reflexionan sobre la necesidad de repensar y recuperar los valores compartidos como comunidades agropecuarias, así como retomar creencias en la capacidad y vocación del campo como una condición de vida y una construcción de sociedad.

El autor de «Nuevos horizontes para la investigación educativo crítico-emancipatoria: Los aportes del realismo crítico de Roy Bhaskar» presenta las reflexiones para el análisis de la inclusión social a través del realismo cítrico, el cual tiene gran potencial de transformación social. En este artículo se busca comprender la naturaleza estratificada de la realidad social y cómo el realismo crítico proporciona un fundamento filosófico que aborda rutas alternativas para lograr sociedades justas.

Referente a «Renta básica y justicia: Reflexiones para un debate», a partir de un análisis del referente teórico que expone la pluralidad de funciones de la renta básica se analizan estas posturas diferentes frente a la justicia y la distribución, al igual que se sugiere la renta básica como instrumento de lucha por la justicia social en sociedades desiguales. El autor profundiza en el reto sociopolítico de la desigualdad económica a escala del Estado-Nación como a nivel global.

En «Primacía urbana en la región administrativa y de planificación del Eje Cafetero» se analizan las condiciones y dinámica primacial urbana en la región administrativa y de planificación del Eje Cafetero. Mediante el análisis de indicadores, los investigadores encuentran una organización policéntrica en la que sobresalen las capitales de departamento, al igual que concluyen que esta condición se convierte en una fortaleza y un activo de desarrollo de la región.

Con respecto a «La micofagia como alimento base de la gastronomía tradicional en Xalatlaco, Estado de México» los autores describen los resultados de una investigación de corte transversal, en la cual se analizó la información recolectada en una muestra etnográfica. La micofagia —o consumo de hongos silvestre comestibles— es la base de la gastronomía en Xalatlaco, Estado de México. En consecuencia, su manejo sustentable, así como la revalorización de los conocimientos tradicionales y el rescate de la cultura alimentaria son el soporte de la gastronomía regional.

En el caso de «El papel de la creación audiovisual en el fortalecimiento de la memoria intergeneracional: caso del corregimiento de San Diego, municipio de Samaná, Caldas» se presentan las experiencias de creación audiovisual con jóvenes, como parte de una estrategia para la construcción de memoria intergeneracional. Los autores plantean que la construcción de la memoria se da en el diálogo cotidiano con los adultos mayores; los jóvenes se convierten no sólo en receptores de historias narradas, sino en autores de contenidos. Este diálogo amplía la visión del territorio, de la historia y los acontecimientos de significancia colectiva.

Ahora bien, en «Lenguajes del silencio como coexistencia pacífica en víctimas-sobrevivientes de la violencia armada en Chalán, Sucre, Colombia» se presentan los resultados de un estudio en el que se empleó el enfoque metodológico de investigación-acción-participación y la perspectiva epistemológica del construccionismo social. En este artículo el silencio es una forma de lenguaje articulado a la memoria y el olvido, a la coexistencia pacífica, al afrontamiento en contextos de violencia y como estrategia de protección y sobrevivencia. Los autores reflexionan sobre las voces del silencio y la memoria que se convierten en las bases del recuerdo.

Por su parte, «La resistencia civil: un acercamiento conceptual desde la experiencia de las organizaciones sociales en los Montes de María» es producto de una investigación desarrollada bajo el paradigma del construccionismo social y el enfoque de la investigación participativa. Los autores afirman que la resistencia civil es una forma de preservación de la vida y de lucha por las transformaciones del territorio desde las dimensiones sociales, económicas, políticas, ambientales, culturales. Indican que el conflicto armado, así como la pobreza extrema, el abandono institucional, el machismo y las discriminaciones culturales han sido los principales generadores de la resistencia civil por parte de las organizaciones.

En «Prácticas educativas incluyentes y conflicto armado en el oriente antioqueño colombiano: un estudio preliminar» los autores describen los avances en la educación inclusiva, por efecto del número de estudiantes en situación de vulnerabilidad matriculados. Afirman que es una oportunidad para atender las condiciones de los estudiantes de las zonas rurales víctimas del conflicto, aunque concluyen que es necesario fortalecer la educación inclusiva desde múltiples miradas pedagógicas y sociales.

Por último, los autores de «La posverdad y las redes sociales digitales como desafío al periodismo y la edificación de las instituciones democráticas» analizan el papel de los medios de comunicación y del periodismo en la mediación informativa entre emisores de redes sociales y receptores. Evidencian que las redes sociales intensifican la publicación de contenidos enmarcados en el concepto de ‘posverdad’; que las emociones y la estética de las plataformas digitales reconfiguran la forma como se emiten y reciben los mensajes. Además, plantean la necesidad de recuperar el papel del periodismo en la edición de contenidos.

Estos artículos son un llamado a la comunidad académica y científica a continuar con las investigaciones y reflexiones en sostenibilidad y desarrollo social inclusivo, así como la formulación de propuestas de economía y justicia social. Finalmente, como lo plantea la CEPAL (2015), «[…] lo social no se juega solo en lo social» (p.9); se requieren propuestas de participación e inclusión social y económica en Colombia y América Latina, pues el desarrollo social es una condición indispensable para la sostenibilidad.


Referencias


Comisión Económica para América Latina y El Caribe-CEPAL (2015). Desarrollo social inclusivo. Una nueva generación de políticas para superar la pobreza y reducir la desigualdad en América Latina y el Caribe . CEPAL.

Brink, M., Hengeveld, G. M. & Tobi, H. (2020). Interdisciplinary measurement : A systematic review of the case of sustainability. Ecological Indicators, 112 (2020), 1-7. https://doi.org/10.1016/j.ecolind.2020.106145

Elkington, J., (1997). Cannibals with Forks: the Triple Bottom Line of 21st Century . Business. Capstone Publishing, Oxford.

Giannetti, B. F., Agostinho, F., Eras, J. J. C., Yang, Z. & Almeida, C. M. V. B. (2020). Cleaner production for achieving the sustainable development goals. Journal of Cleaner Production, 271 , 1-22. https://doi.org/10.1016/j.jclepro.2020.122127

Lima, J. M. & Partidario, M. R. (2020). Plurality in sustainability - Multipe understandings with a variable geometry. Journal of Cleaner Production , 250 , 1-35. https://doi.org/10.1016/j.jclepro.2019.119474

United Nations General Assembly. (2015). 17th Session, Agenda Items 15 and 116, Resolution 70/1, Document A/RES/70/1. Transforming our World: the 2030 Agenda for Sustainable Development . United Nations Organization.

Williams, A., Kennedy, S., Philipp, F. & Whiteman, G. (2017). Systems thinking : A review of sustainability management research . Journal of Cleaner Production, 148 , 866–881. https://doi.org/10.1016/j.jclepro.2017.02.002

World Commission on Environment and Development. (1987). Our Common Future: Report of the World Commission on Environment and Development . UN. https://digitallibrary.un.org/record/139811

1 PhD en Ingeniería. Docente Titular. Investigadora Senior. Universidad Autónoma de Manizales. olocampo@autonoma.edu.co