[Versión en español]
Acculturation Stress and Mental Health in Latin American Migrants: A 2010 - 2024 State of the Art Review
Estresse de aculturação e saúde mental em migrantes latino-americanos: uma revisão do estado da arte 2010 -- 2024
Recibido el 11/11/2022
Aceptado el 10/10/2023
¹ Universidad de Caldas, grupo de investigación en Desarrollo Humano y Centro de Investigaciones Cedat. Financiación: no contó con financiación. Declaración de intereses: los autores declaran que no existe conflicto de intereses. Disponibilidad de datos: https://repositorio.ucp.edu.co/search?spc.page=1&query=sebasti%C3%A1n%20gonz%C3%A1lez%20castro
Cómo citar Ospina, M. y González, S. (2025). Estrés por aculturación y salud mental en migrantes latinoamericanos: una revisión del estado del arte del 2010 - 2024. Ánfora, 32(59), 22-48. https://doi.org/10.30854/anf.v32.n59.2025.1020 |
María Del Pilar Ospina Grajales https://orcid.org/0000-0002-1529-0085 CvLAC https://scienti.minciencias.gov.co/cvlac/visualizador/generarCurriculoCv.do?cod_rh=0001502754 Colombia Sebastian González Castro https://orcid.org/0009-0007-8660-0435 CvLAC https://scienti.minciencias.gov.co/cvlac/visualizador/generarCurriculoCv.do?cod_rh=0002287628# Colombia |
² PhD en Ciencias Sociales, Socióloga. Universidad de Caldas. Correo electrónico: maria.ospina@ucaldas.edu.co
³ Psicólogo. Universidad Católica de Pereira. Correo electrónico: sebastian.gonzalez.9920@gmail.com
Objetivo: analizar investigaciones sobre la relación entre salud mental y migraciones, identificando la construcción de este campo desde la categoría de estrés por aculturación y su indagación en poblaciones migrantes de origen latinoamericano. Metodología: se privilegió el análisis de revisión documental. Se encontraron doce estudios que dan cuenta de abordajes sobre la relación que se ha definido: estrés por aculturación y salud mental en migrantes, aspecto que guió los criterios de elegibilidad y exclusión del estudio. Resultados: se identificó la importancia que para la psicología intercultural tuvo el desarrollo del concepto de «aculturación», el cual describes los efectos que tiene la migración en la salud mental de los individuos. Se identifica el desarrollo de este tema en migrantes en países de ingresos altos desde enfoques que no incluyen variables interseccionales y con prevalencia de estudios cuantitativos. Conclusiones: se halló un avance en la relación entre salud mental y migraciones desde los abordajes del estrés por aculturación en las migraciones internacionales de personas de origen latinoamericano, sin embargo, sigue siendo un objeto de estudio marginal. Se concluye que la salud mental no es una cuestión relevante en el estudio de las experiencias migratorias. Se expone críticamente el concepto de «aculturación» que implica la adaptación del migrante al margen de las disposiciones de las sociedades receptoras, las cuales potencian o reducen los riesgos de salud mental de los migrantes.
Palabras clave: estrés; aculturación; migración; salud mental (obtenidos del tesauro de la UNESCO).
Objective: To analyze research on the relationship between mental health and migration, identifying the construction of this field from the category of acculturation stress and its investigation in migrant populations of Latin American origin. Methodology: Documentary review analysis was favored. Twelve studies were found that account for approaches to the relationship that has been defined: acculturation stress and mental health in migrants. This aspect guided the eligibility criteria and exclusion from the study. Results: The importance of intercultural psychology in developing the concept of "acculturation" was identified, which describes migration's effects on individuals' mental health. The development of this issue in migrants in high-income countries is identified from approaches that do not include intersectional variables and are dominated by quantitative studies. Conclusions: an advance was found in the relationship between mental health and migrations from acculturation stress approaches in international migrations of people of Latin American origin. However, it remains a marginal object of study. It is concluded that mental health is not relevant in studying migratory experiences. The concept of "acculturation" is critically exposed, which implies the adaptation of the migrant outside the provisions of the receiving societies, which enhances or reduces the mental health risks of migrants.
Keywords: stress; acculturation; migration; mental health (obtained from UNESCO thesaurus).
Objetivo: analisar pesquisas sobre a relação entre saúde mental e migração, identificando a construção desse campo a partir da categoria de estresse de aculturação e sua investigação em populações migrantes de origem latino-americana. Metodologia: foi privilegiada a análise da revisão documental. Foram encontrados 12 estudios que dão conta de abordagens da relação definida: estresse de aculturação e saúde mental em migrantes, aspecto que orientou os critérios de elegibilidade e exclusão do estudo. Resultados: Foi identificada a importância para a psicologia intercultural do desenvolvimento do conceito de "aculturação", que descreve os efeitos da migração sobre a saúde mental dos indivíduos. Identificamos o desenvolvimento desse tópico em migrantes de países de alta renda a partir de abordagens que não incluem variáveis interseccionais e com prevalência de estudos quantitativos. Conclusões: foi encontrado um avanço na relação entre saúde mental e migração a partir das abordagens do estresse de aculturação na migração internacional de pessoas de origem latino-americana, porém, ainda é um objeto de estudo marginal. Conclui-se que a saúde mental não é uma questão relevante no estudo das experiências migratórias. O conceito de "aculturação" é exposto de forma crítica, o que implica a adaptação do migrante fora das disposições das sociedades receptoras, o que potencializa ou reduz os riscos à saúde mental dos migrantes.
Palavras-chave: estresse; aculturação; migração; saúde mental (extraídas do tesauro da UNESCO).
Los procesos migratorios han sido transversales a la historia de la humanidad, no obstante, actualmente el auge de la globalización ---sumado a problemáticas sociales, económicas, ambientales y políticas--- y la migración a nivel mundial y en Latinoamérica ha aumentado y ha tomado un importante lugar dentro del panorama sociopolítico contemporáneo. El interés por este fenómeno ha ido ganando terreno en el campo de la
Teniendo en cuenta cómo los procesos migratorios en América Latina se precipitan desde hace aproximadamente diez años, en el presente estudio se propuso identificar el estado del arte sobre ese asunto desde la revisión de los estudios centrados en el estrés por aculturación y la salud mental de los migrantes latinoamericanos entre el 2010 y el 2024. Este es uno de los periodos con mayor dinamismo en los fenómenos migratorios sur- sur, desde los abordajes teóricos en los cuales se relacionan las migraciones y la salud mental en la perspectiva de la adaptación y la aculturación.
La migración es un fenómeno estructural presente a lo largo de la historia de la humanidad (Gutiérrez et al, 2020). Este consiste en el desplazamiento de una o más personas dentro de un territorio común o extranjero (World Health Organization [WHO], 2016) (Migración interna e internacional). La naturaleza de la migración es de carácter dinámico y multidimensional (Cabieses et al., 2018). Esto se puede comprender a la luz de algunos procesos migratorios que se dan como resultado de la profundización de problemas socioeconómicos y políticos referidos to la inestabilidad social y política (Sheller y Urry, 2016; Monetti, 2017; Canales et al., 2019);
En general, los desplazamientos migratorios individuales o colectivos, a otra ciudad o país, buscan mejorar las posibilidades de desarrollo vital del individuo o grupo (Soto et al., 2019; Comisión Económica para América Latina [CEPAL], 2006). No obstante, la migración genera efectos económicos,
Así mismo, la literatura alrededor de este asunto ha destacado que los procesos migratorios traen beneficios importantes tanto para la sociedad de origen como para la receptora. Así, por ejemplo, cuando se dan procesos migratorios en sectores de la sociedad económicamente activa, se promueven el envío de remesas y la disponibilidad de trabajos. En consecuencia, se da la disminución de los conflictos tejidos sobre la base de las dificultades de carácter material y de subsistencia. En la sociedad receptora se puede observar que hay un aumento de la oferta de mano de obra calificada y diversificación de la cultura (Gutiérrez-Silva et al., 2020).
En contraposición, entre los efectos negativos para la sociedad de origen se puede destacar la pérdida del capital humano y la desintegración de las familias. Este impacto se ve reflejado en el cambio demográfico con el aumento de la población mayor (Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía [CELADE], 2012), y en conflictos en los procesos de socialización; por ejemplo, en el marco de la crianza de los niños por parte de los abuelos o la familia extensiva. Para la sociedad receptora, el impacto negativo se ve reflejado en los discursos que exponen a los migrantes como los causantes del desplazamiento y eliminación de plazas laborales y nuevos focos de pobreza; con ello se promueve la xenofobia y discriminación hacia estos (Rodicio y Sarceda, 2019; Bekteshi, 2024).
Según el Portal de Datos sobre Migración de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), a mediados del 2020 había 280,6
A partir del 2010, el flujo migratorio se ha incrementado notoriamente al interior de América Latina como efecto de las circunstancias económico-políticas. El caso paradigmático por sus efectos en la región es la migración de ciudadanos venezolanos a países limítrofes, tanto para establecerse en ellos o como lugares de tránsito (Aldana e Isea, 2018).
Dado el carácter dinámico de la migración, autores como Álvarez (1993) han propuesto que los procesos migratorios se dividen en función de la duración del desplazamiento y la distancia recorrida. Por una parte, es posible encontrar tres subdivisiones: a) migración de corta duración, b) migraciones de larga duración, y c) migraciones definitivas. Por otra parte, la tipología en función de la distancia recorrida se subdivide entre los desplazamientos de larga distancia o transcontinentales, y aquellos que son de corta distancia; que se da entre países vecinos (fronterizos) o bien en países no limítrofes, pero que se encuentran en el mismo continente (Álvarez, 1993). Otro modo de comprender las migraciones es por su origen multicausal, de tal modo que las migraciones pueden ser por causas ecológicas, económicas y políticas como la guerra y la persecución (Ayuda en Acción, 2022).
La migración promueve el encuentro entre culturas y personas diferentes. En consecuencia, la llegada a una nueva sociedad receptora supone un «choque cultural» que tiene repercusiones tanto en la población migrante como en la receptora (Urzúa et al., 2017a). El migrante debe «aprender» o incorporar una serie de conductas que le permitan participar de las dinámicas de la sociedad receptora (Urzúa et al., 2017b); estas se extienden a la aprehensión de valores, normas y referencias de afiliación (Berry, 2008). A estas experiencias necesarias para lograr «adaptarse» o incorporarse al entorno social de llegada se le ha denominado «aculturación» (Berry, 2006; Urzúa et al., 2021). Desde esta definición, se puede advertir cierta unidireccionalidad en la responsabilidad de «adaptación» que recae en el migrante, y se dejan de lado las disposiciones de las sociedades receptoras en relación con los valores en torno a la solidaridad, la multiculturalidad, la inclusión y la diversidad que favorezcan la acogida de migrantes.
Berry (1997) desarrolla un modelo teórico-explicativo bidimensional desde la perspectiva transcultural, que busca revisar el concepto de «Shock Cultural» utilizado por diferentes autores en los años setenta para describir el impacto de adaptarse a una sociedad nueva (Orozco, 2012). A pesar de que existen otras dimensiones para la definición del estrés por aculturación, la propuesta por Berry ha sido desarrollada desde el enfoque transcultural (Fajardo et al., 2008). Este concepto de Berry es interesante en la medida en que supone un sentimiento o estado negativo frente al fenómeno de la migración en relación con el concepto de «choque», el cual se comprende como sinónimo de ruptura en términos culturales, mentales y emocionales.
En la aculturación, desde el modelo de Berry, la adaptación a la sociedad receptora se caracteriza por la posibilidad de orientar el proceso a partir de dos estrategias generales por las que el migrante puede optar. En la primera, el migrante busca preservar sus tradiciones de origen; en la segunda dirige sus esfuerzos a asimilar las costumbres de la sociedad de origen desde el acercamiento y contacto con los nativos (Berry, 2001). De estas estrategias se derivan cuatro estrategias específicas que potencialmente les permita integrarse con mayor o menor dificultad, a saber: a) integración, b) asimilación, c) separación y d) marginación (Berry, 2001; Silva et al., 2016). Como puede verse, tanto las posturas de Berry como de Urzúa son similares en cuanto a su perspectiva unidireccional y no recíproca en la relación migrante-sociedad receptora, en las que las distintas estrategias dependen en general de la capacidad de agencia de los migrantes.
Solé (2002) comenta que en la integración las sociedades buscan mantener su estabilidad mediante mecanismos de ajuste de sus elementos; por lo que un sujeto nuevo generará conflicto; este último actuará como elemento integrador del migrante a la sociedad receptora. Desde esta lectura, se logra la reconciliación de los factores antes advertidos como desequilibrados en esa relación sociedad receptora- migrante, mediante el segundo nivel de este desarrollo teórico denominado «adaptación». Este supone que los actores involucrados en el proceso migratorio, migrante y sociedad receptora han logrado integrar los conocimientos culturalmente adquiridos que ambos poseen para facilitar mecanismos comunicativos (Aliaga-Sáez, 2020).
Cabe destacar que estas estrategias no obedecen a un proceso lineal, por el contrario, su uso es mediado por factores que lleven al migrante a decantarse por cualquiera de estas opciones y en cualquier momento tomar otra (Orozco, 2012). Tal como mencionan Jurado et al. (2017), estos pueden ser: la similitud de las culturas en encuentro, la receptividad de la sociedad de llegada, las características psicológicas o de adaptación del migrante y los motivos por los cuales se dio la migración. Esto permite concluir que ninguna experiencia migratoria es igual para los individuos o para las sociedades de acogida.
Las dificultades que supone el proceso de aculturación suelen generar en el migrante un aumento de los niveles de estrés, por lo cual, este fenómeno será denominado «estrés por aculturación» (Urzúa et al., 2017a). El modelo teórico sostiene que existen diferentes tipos de estresores desencadenantes del estrés por aculturación: a) interpersonales, b) instrumentales, c) sociales y socioculturales expresados (Arbona et al., 2010; Sevillano et al., 2013).
Cabe destacar que los efectos de la aculturación no solo afectan a la población adulta; tal como se ha encontrado en algunos estudios, los niños, niñas y adolescentes también experimentan el estrés por aculturación (Urzúa et al., 2017a). Algunas investigaciones reportan que el estrés por aculturación de los padres o cuidadores primarios suele extenderse a los menores, que se expresa en el aumento de sus niveles de ansiedad (León, 2014). Es necesario mencionar que en este grupo etario la información aún es limitada, pues los estudios se han centrado en la población adulta (Urzúa et al., 2019). Actualmente, la literatura cuenta con pocos instrumentos de medición validados que evalúan el estrés por aculturación en población infantil y adolescente (Mena et al., 1987; Suárez-Morales et al., 2007).
Tal como afirma Nina-Estrella (2018), el estudio del estrés por aculturación se ha centrado en inmigrantes, refugiados y personas que han solicitado asilo. Usualmente, los estudios no centran su atención en la distinción entre esas categorías, sino que, por el contrario, el concepto de «migrante» engloba todas las realidades del proceso migratorio (Levitt y Glick, 2004). Este hecho podría sesgar las características de los migrantes y su experiencia migratoria y, por ende, los resultados de los estudios (Fajardo et al., 2008).
Si bien procesos como la aculturación, integración y/o asimilación suponen un desafío para los migrantes a nivel psicológico o individual, es necesario indicar que la migración no necesariamente predispone al individuo a problemas de salud mental (García-Campayo y Sanz, 2002). Sin embargo, en algunos casos, las sociedades receptoras cuentan con una pobre infraestructura de salud destinada a la atención de esta población, o bien poseen políticas migratorias que pueden ser estrictas y restrictivas (Ruiz y Rodríguez, 2020). Esto puede amplificar las vulnerabilidades de los migrantes y acentuar los problemas de integración social en los lugares de destino (CEPAL, 2006); hecho que lesiona no solo sus condiciones de adaptación física sino también mental producto de las barreras estructurales de los lugares de acogida (Baeza-Rivera et al., 2024).
En ese sentido, estudios antecedentes sugieren que estrategias de aculturación poco adaptativas en conjunción con una sociedad receptora hostil se asocia con la disminución del bienestar individual y la calidad de vida de los individuos (Urzúa et al, 2015). Esto podría explicarse en el aumento de reporte de síntomas de trastornos de salud mental en la población migrante (Temores-Alcántara et al., 2015), como sentimientos de aislamiento y rechazo (Lee et al., 2013b), ansiedad (Hovey y Magaña, 2002), enfermedades psicosomáticas (Bekteshi y Van Hock, 2015), trastornos del sueño y abuso de sustancias psicoactivas (Arcury et al., 2018). Así mismo, la experiencia estresante puede devenir en una incapacidad para responder adaptativamente a los acontecimientos de la vida cotidiana (Collazos et al., 2008), y fomentar la presencia de conductas de riesgo (Rodríguez-Montejano et al., 2015) tanto físicas como psicológicas. Dado que el estrés tiene repercusiones sobre la salud mental, investigadores han considerado que el estrés por aculturación debería ser tomado como un problema de salud pública (Vásquez-Ventura y Ortega-Jiménez, 2021; Akhavan et al., 2004).
En el presente trabajo se abordó el desarrollo investigativo del estrés por aculturación en población migrante de origen latinoamericano desde la perspectiva de los estudios psicológicos entre el año 2010 y 2024. La revisión se orientó a partir de una estrategia de análisis documental, la cual consistió en recopilar, analizar y sintetizar los resultados reportados en la literatura antecedente con el fin de discutirlos críticamente (Fortich, 2013). Esto facilita, por una parte, la comprensión actual del tema estudiado y, por otro lado, promueve la problematización de los resultados y conceptos emergentes (Zillmer y Díaz-Medina, 2018), así como el estado del conocimiento en relación con un campo investigativo de la psicología. En cuanto a la selección de los artículos que se analizaron, se siguen las recomendaciones de Page et al. (2021), quienes sostienen que es necesario definir criterios de elegibilidad y exclusión delimitados por el alcance del objetivo del estudio. Para lograr ello, se utilizaron los siguientes criterios de inclusión: 1) resultados de investigación sobre el estrés por aculturación en migrantes de origen latinoamericano en el periodo 2010 -2024, 2) el estudio debía abordar explícitamente el estrés por aculturación y 3) los resultados debían estar expuestos en artículos científicos en idioma español, inglés o portugués, publicados en bases de datos de revistas indexadas. Así también, se tuvieron en cuenta los siguientes criterios de exclusión: 1) todos aquellos estudios no llevados a cabo con migrantes latinoamericanos y 2) estudios que no hicieran parte de los reportes publicados en revistas indexadas.
Las bases de datos consultadas fueron PubMed, Redalyc, Scielo y Scopus; así mismo, se realizó una revisión manual con el buscador de Google Académico. Se diseñó un filtro de búsqueda avanzada que fue usado en las bases de datos consultadas bajo criterios de elegibilidad del trabajo.
La evaluación e inclusión final de los artículos se realizó de forma manual desde el programa de gestión bibliográfica Mendeley. En primer lugar, se obtuvieron (n=1031) registros publicados entre 2010 y 2024, estos fueron sometidos a evaluación manual desde el gestor de referencias. La eliminación de los documentos se realizó a partir de tres filtros: a) con base en el título, b) con base en el resumen y, c) descartados por no tener acceso completo al documento. Adicionalmente, se añadieron (n=6) artículos obtenidos por otros medios; para un total de (n=18) estudios que cumplen con los criterios de inclusión, de los cuales (n=15) son realizados con sujetos adultos y (n=3) participan adolescentes escolarizados. Cabe señalar que en su mayoría se trata de estudios de corte cuantitativo, solo (n=1) es cualitativo. En general, los objetivos de los estudios hallados buscaron establecer asociaciones entre el estrés por aculturación con variables de salud mental.
Los estudios cuantitativos utilizaron en mayor medida la Escala de Estrés Aculturativo Social, Actitudinal, Familiar y Ambiental (SAFE, por sus siglas en inglés) elaborada por Mena et al. (1987), y su versión para niños y adolescentes (SAFE-C) (Chávez et al., 1997). En menor medida se usaron escalas de elaboración propia y la escala de estrés por aculturación en migrantes latinoamericanos (Ramírez et al., 2012). Cabe destacar que la mayoría de los estudios se llevaron a cabo con población migrante latinoamericana en Estados Unidos (n=10), en contraposición a los estudios llevados a cabo con migrantes latinos en países latinoamericanos (n=7) y europeos (n=1).
Figura 1. Flujograma de trabajo selección y evaluación de artículos científicos.
Figura 2. Flujograma de trabajo selección y evaluación de artículos científicos.
A partir de la revisión del estado del arte del estrés por aculturación y sus efectos en la salud mental de migrantes latinoamericanos en el periodo entre el 2010 a 2024, se exploraron y compararon los hallazgos de los artículos seleccionados críticamente. Estos se resumen en la siguiente tabla:
Tabla 1. Características de los artículos de investigación incluidos en la revisión.
Autor / Año | Tipo de diseño/ Tipo de análisis | Objetivo | Muestra | Resultados |
---|---|---|---|---|
(Ugalde-Watson et al., 2011) | Cuantitativo/análisis exploratorio | Caracterizar el estrés por aculturación en refugiados colombianos y su impacto en salud mental. | 100 participantes refugiados colombianos adultos residentes en Costa Rica; (Masculino =43% - Femenino 57%). | Salud mental asociada al estrés por adaptación a la sociedad receptora |
(Sorbal et al., 2010) | Cuantitativo, análisis de conglomerados, análisis de varianza | Comprobar los estilos de aculturación propuestos por Berry (2006). | 750 adolescentes escolarizados de origen latinoamericano radicados en España (Masculino 53% - Femenino= 46% F). | Estilo de aculturación «separado», puntuación media elevada con respecto al consumo de sustancias psicoactivas |
(Lee et al., 2013a | Cuantitativo/ análisis multivariado | Identificar si el estrés por aculturación predice el consumo de alcohol. | 57 migrantes latinoamericanos residentes en Estados Unidos (Masculino= 52 % - Femenino= 48%). | El estrés por aculturación no se asocia significativamente con el consumo de alcohol |
(Cano et al., 2014) | Cuantitativo/ estudio de rutas | Examinar la asociación entre estrés por aculturación y síntomas depresivos. | 115 estudiantes universitarios de origen mexicano (Masculino = 34% - Femenino = 65%). | Puntuaciones altas de estrés por aculturación se asocian con síntomas depresivos más altos |
(Rodríguez-Montejano et al., 2015) | Cualitativo/exploratorio | Describir la experiencia de mujeres que han sido deportadas por uso de sustancias psicoactivas. | 12 mujeres deportadas de EE. UU. | El estrés por aculturación puede condicionar la aparición de conductas de riesgo para VIH. |
(Urzúa et al., 2016) | Cuantitativo/ análisis de correlación bivariado | Verificar la relación entre estrés por aculturación y la presencia de sintomatología asociada a problemas de salud mental. | 431 inmigrantes residentes en Chile por un periodo mínimo de 6 meses (Masculino= 48% - Femenino= 52%). | Las diferencias con exogrupo se asociaron significativamente con la presencia de sintomatología asociada a problemas de salud mental |
(Da Silva et al., 2017) | Cuantitativo/ análisis bivariado, regresión múltiple | Mujeres latinas informan mayor estrés por aculturación | 530 mujeres latinas en Florida | El estrés por aculturación y el afrontamiento religioso negativo se asocian a la angustia psicológica |
(Bakhshaie et al., 2018) | Cuantitativo/ análisis bivariado | Examinar el papel de la ansiedad con la aculturación | 142 adultos latinos (Masculinos= 14% - Femenino= 86%). | El estrés por aculturación se asocia indirectamente con la ansiedad y los trastornos del ánimo |
(Simmons y Limbers, 2019) | Cuantitativo/ prueba t para muestras independientes, coeficiente de Cohen | Examinar el estrés por aculturación en adolescentes latinos | 168 adolescentes latinos -278 adolescentes no latinos escolarizados | El estrés por aculturación se asocia significativamente con hábitos alimenticios |
(Zvolensky et al., 2020) | Cuantitativo/ modelos de mediación independiente | Evaluar la relación entre el estrés por aculturación y la ansiedad y el tabaquismo. | 359 adultos latinos fumadores (Masculinos= 62% - Femeninos 48%). | Se encontraron efectos indirectos entre el estrés por aculturación, la ansiedad y la dependencia al cigarrillo |
(Mera-Lemp et al., 2020) | Cualitativo / análisis de correlación de Pearson, análisis de conglomerados | Establecer relaciones entre la orientación de aculturación, el estrés por aculturación y el bienestar psicológico. | 194 migrantes latinoamericanos residentes en chile (Masculinos= 50% - Femeninos= 50%). | El estrés por aculturación se asocia significativamente con la orientación de aculturación con tendencia a la separación (r=0,33; p< 0.001). |
(Zvolensky et al., 2021) | Cuantitativo/ análisis bivariado | Explorar la influencia del estrés por aculturación con la ansiedad y síntomas de trastornos depresivos entre personas latinas. | 142 adultos latinos (Masculinos= 14% - Femeninas= 86%). | Se encontró que el estrés por Aculturación predice la presencia de síntomas de trastornos depresivos. |
(Salas-Wright et al., 2021) | Cuantitativo/regresión multimonial | Identificar subtipos de jóvenes según su participación en conductas de riesgo según factores de la teoría del estrés cultural. | Muestra 402 jóvenes (de 10 a 17 años; 56% hombres). | Identificación de cinco clases de riesgos. |
(Baeza-Rivera et al., 2022) | Cuantitativo/transversal | Caracterizar a tres grupos de inmigrantes desde el estrés aculturativo, la discriminación y la aculturación. | 150 inmigrantes en la Araucanía procedentes de Colombia, Venezuela y Haití. | Los tres grupos utilizaron la estrategia de integración. El proceso de aculturación presentó diferencias según el país de origen. |
(Angelucci et al., 2023) | Cuantitativo | Describir el estrés por aculturación en inmigrantes venezolanos. | 1038 inmigrantes de entre 18 y 30 años. | Ser mujer, no tener trabajo y ser menor de edad predice más estrés por diferencias culturales. |
(Huamani et al., 2023) | Cuantitativo | Examinar la relación entre el estrés aculturativo y variables sociodemográficas. | 680 migrantes venezolanos. | Relaciones significativas entre el estrés aculturativo y la calidad de vida relacionada con la salud (salud física y mental). |
(Baeza-Rivera et al., 2024) | Cuantitativo | Elaborar un instrumento para medir el estrés aculturativo | 283 migrantes migrantes en Chile | En los hallazgos se muestran propiedades psicométricas con una alta confiabilidad y validez, así como pertinencia cultural. El instrumento es apropiado para población migrante intra-regional en Latinoamérica. |
(Bekteshi, 2024) | Cuantitativo | Se investiga el estrés aculturativo y su impacto en el malestar psicológico de las mujeres inmigrantes mexicanas en Estados Unidos, con especial atención a los factores contextuales que influyen en estas experiencias. | Se encontró que el estrés aculturativo contribuía en el malestar psicológico en mujeres inmigrantes mexicanas por la satisfacción con la decisión de mudarse a USA, el idioma, la familia, las experiencias de discriminación racial. |
A partir de la revisión del estado del arte del estrés por aculturación y sus efectos en la salud mental de migrantes de origen latinoamericano en el periodo comprendido entre el 2010 a 2024, se exploraron y compararon los hallazgos de los artículos seleccionados. Por un lado, es necesario destacar que la mayoría de los estudios encontrados se han realizado en países de ingresos medios-altos, como EE. UU., Chile y España. De otro lado, la investigación es menor en países de ingresos bajos o medios. Esto es consistente con lo reportado en la revisión de la literatura de Meyer et al. (2017), quienes exploraron la producción científica de los efectos en la salud mental en migrantes.
Lo anterior podría sugerir que en la actualidad los efectos del estrés por aculturación en la salud mental no han sido abarcados ampliamente en los países de menores ingresos. Por ello, es posible decir que esta baja proporción se explique por los abordajes marginales sobre la migración en países no desarrollados. Este es un efecto posible de las dinámicas migratorias de expulsión y no de acogida, sumado a que dentro de los procesos de movilidad humana se priorizan los asuntos referentes a la sobrevivencia física, dejando lo mental como un asunto marginal (Astorga-Pinto, 2019). Es decir, se exaltan los aspectos más tangibles (materiales y legales) de los procesos migratorios y se marginan los interpersonales, sociales y mentales.
No obstante, los aportes de Ugalde-Watson et al. (2011) son importantes desde la perspectiva de entender las distintas dimensiones del estrés como parte de los procesos migratorios que abarcan la preparación del viaje, las dificultades económicas en el lugar de llegada y el proceso de «adaptación» y/o integración cultural. Por ello, el análisis de esta cuestión precisa de miradas multidimensionales y diversas como parte del marco de entendimiento de la complejidad de las experiencias migratorias en relación con aspectos ligados a la salud mental.
En cuanto a la selección de la población, es posible mencionar el uso extendido de estrategias de muestreo no probabilísticos por conveniencia. Este fenómeno podría explicarse por la dificultad que tienen los investigadores para acceder a datos exactos sobre los tamaños de la población en cada país (Urzúa et al., 2016). Como se ha mencionado anteriormente, la migración puede darse de diferentes modos que hacen que esta población sea marginal y, por lo tanto, invisible dentro de los censos demográficos y en los procesos de caracterización de la población.
Los estudios carecen de una adecuada caracterización de la población, a nivel del estatus del migrante, tipo de migración o condiciones socioeconómicas. Tal como se ha mencionado, estas distinciones son cruciales para comprender el fenómeno, por lo que resulta en una limitación para el alcance de los resultados respecto de sus implicaciones teóricas y prácticas en la creación de estrategias de identificación y mitigación del estrés por aculturación (Fajardo et al., 2008). No obstante, los estudios más recientes tienen un enfoque en el que se distingue el origen y la nacionalidad. Esto a partir de las dinámicas de desplazamiento en América Latina en relación con la expulsión de ciudadanos venezolanos hacia lugares intracontinentales y sus características en términos del estrés por aculturación, la integración y los factores psicosociales (Angelucci et al., 2023; Huamani et al., 2023; Baeza-Rivera et al., 2022; Salas-Wright et al., 2021; Baeza-Rivera et al., 2024), un elemento diferenciador importante para el abordaje de estos objetos de investigación.
En la debilidad de enfoques diferenciales de análisis del fenómeno. El término 'migrante' es generalizante, no obstante, como se ha explicado, las experiencias migratorias no son iguales para todos. Cada migrante posee particularidades identitarias que marcan patrones diferenciales, pues se habla de la migración como un fenómeno humano y consecuentemente diverso. El migrante es un sujeto en situación de vulnerabilidad en muchos aspectos: física, política y económicamente, pero debe dársele relevancia al asunto emocional y mental como una cuestión de atención y de salud prioritaria, que sobrepasa el orden de lo personal para convertirse en un asunto público.
En esa misma línea, se encuentra que ningún estudio se plantea desde una perspectiva de género ni se tiene en cuenta la diferenciación de la población LGTBIQ +. Esto podría deberse a diferentes particularidades, pero se destacan los vacíos en términos de enfoques interseccionales en el campo de las migraciones y la salud mental. Esto ampliaría los análisis de lo que implica ser migrante y, a su vez, parte de una minoría sexual, racial, étnica o religiosa, tal y como lo ha mostrado el trabajo de Baeza-Rivera (2022) en la comparación de tres diásporas, donde las características étnico-raciales se relacionan con una mayor exposición a la discriminación.
En cuanto a las diferencias entre grupos etarios, se puede ver que los estudios con adultos centran su atención en la relación del estrés por aculturación con síntomas asociados a enfermedades de salud mental. En contraposición, a los estudios con adolescentes prestan mayor atención a conductas de riesgo asociadas con problemáticas de salud mental, como el consumo de sustancias psicoactivas, alcohol o conducta antisocial (Rodríguez-Montejano et al., 2015; Sorbal et al., 2010; Lee et al., 2013a).
Cabe señalar que este no es el enfoque general de los estudios con migrantes adolescentes, tal como da cuenta la revisión sistemática llevada a cabo por Rubio (2020). No obstante, es necesario destacar la escasez de estudios en población infantil, quienes, como se ha mostrado en estudios con migrantes, también pueden mostrar problemas en su salud mental como producto del estrés por aculturación (León, 2014). Estos se derivan de los procesos traumáticos a través de los cuales se llevan a cabo las experiencias migratorias, y los procesos de socialización y adaptación que derivan de ellas.
Asimismo, la investigación cualitativa encontrada es escasa. Estos hallazgos son igualmente descritos en revisiones sistemáticas con criterios de inclusión más amplios como el de Vásquez-Ventura et al. (2021) y Rubio (2020). El acercamiento principalmente cuantitativo a los fenómenos sociales y de salud mental desconoce las implicaciones más subjetivas que tiene el fenómeno en cuestión. Este podría brindar matices a la concepción entre los procesos de aculturación y su correlato en la salud mental (Vilar y Eibenschutz, 2007), así como la exposición de las voces de los migrantes y de sus experiencias.
Los hallazgos parecen apuntar a que el estrés por aculturación tiene un impacto directo en la salud mental de los migrantes expresado en la presencia de síntomas de depresión y ansiedad, así como la presencia de trastornos de la conducta alimenticia y el tabaquismo (Simmons y Limbers, 2019; Zvolensky et al., 2020). Sin embargo, estos datos no son concluyentes, dado que no se han realizado estudios longitudinales que den cuenta de la aparición del estrés por aculturación y la presencia de trastornos diagnosticables en salud mental (Urzúa, 2016); o que puedan dar cuenta de los niveles de estrés previos a la migración y posteriores a esta.
Es necesario mencionar, siguiendo a Rubio (2020), que estos estudios abordan la salud mental desde una visión centrada en la enfermedad, que no permite comprender en extenso los efectos del estrés por aculturación sobre la salud mental. A partir de esto se infiere que es un campo aún en construcción, pero, de gran relevancia no solo para el desarrollo del campo de la psicología, sino también para el enriquecimiento del campo de los estudios migratorios.
Los estudios evaluados se caracterizan por tener como sustrato teórico el modelo de Berry para la aculturación (Berry, 1997) y el estrés por aculturación (Berry, 2001). Los resultados logran confirmar la utilidad explicativa de estos modelos y la predicción sobre sus efectos en la salud mental. Esto resulta positivo de cara a la creación de estrategias eficientes para mejorar los procesos de socialización del migrante dentro de la cultura y sociedad receptora (Fajardo et al., 2008).
La mayoría de los estudios que parten del modelo de Berry tienen como propósito la replicación de este modelo desde la aculturación, integración, separación, asimilación y marginación (Sorbal et al., 2010), tratando de identificar las sinergias y conflictos de orden cultural en los procesos de aculturación mediada en experiencias migratorias de personas de origen latinoamericano en países como España, Estados Unidos y algunos países de América Latina. Se destaca la mención al país debido a que el factor del idioma es fundamental en los procesos de integración a las sociedades de acogida, y una variable que podría mediar en la reducción o potencialización del estrés (Bekteshi, 2024) y en la configuración de redes sociales y el apoyo social (Da Silva et al., 2017).
Cabe enfatizar que la perspectiva de Berry no debe ser tomada como concluyente ni enteramente explicativa del proceso de aculturación, pues su visión solo toma como punto referencia las actitudes de los migrantes de adaptarse al entorno de la sociedad receptora. Elimina el papel que deberían tener estas en medio de los procesos migratorios, pues entre líneas considera la migración como una «elección personal». Esto puede observarse en los enfoques presentes en las investigaciones aquí exploradas, pues la sociedad receptora juega un papel pasivo o contextual y no se exalta su efecto en el proceso de aculturación y de recepción positiva que reduzca los daños sociales y emocionales en la población migrante, producto de las tensiones en relación con los procesos de regularidad, acceso al trabajo e integración social.
A partir de la presente revisión del estado del arte se infiere que los resultados de estudios sobre estrés por aculturación y sus implicaciones en la salud mental de migrantes de origen latinoamericano es limitado. En general, los estudios se basan en el modelo bidimensional de Berry de aculturación y el estrés por aculturación. Los resultados de los estudios evaluados por la presente revisión coinciden en validar empíricamente dicho modelo explicativo, sin embargo, no parecen aportar elementos novedosos al mismo.
Cabe destacar que estos estudios dan cuenta de los efectos del estrés por aculturación en la salud mental de los migrantes latinoamericanos al margen de un sistema de salud pública que no valora este fenómeno y la salud mental como parte de los aspectos fundamentales de las experiencias de migración. Esto podría invisibilizar otras condiciones que se le suman a las vulnerabilidades de la población migrante en relación con los aspectos afectivos, emocionales y de salud mental.
Es necesario destacar la poca producción de estudios al respecto del estrés por aculturación en países de ingresos medio-bajos que pudieran ser actualmente sociedades receptoras de población migrante. Esto no indica por sí mismo la ausencia de esfuerzos por investigar los fenómenos relacionados con la migración y la salud mental de esta población, es factible que en estos países existan antecedentes enmarcados con otro tipo elementos teóricos diferentes a los explorados en la presente revisión o, que, en efecto, las circunstancias y dificultades materiales prioricen las lógicas de subsistencia física antes que los padecimientos mentales y/o emocionales. Es decir, los estudios se enmarcan en las valoraciones instrumentales, físicas y existenciales de la experiencia migratoria y se relega lo social, lo interpersonal, lo subjetivo y lo emocional.
Al ser un campo de estudios en desarrollo dentro de la psicología, a partir de los hallazgos se advierte la importancia de fortalecer las investigaciones con enfoques diferenciales y en perspectiva interseccional. Esto con el fin de ampliar los resultados a poblaciones históricamente marginadas y objeto de nuevas vulneraciones en una condición de migrante. Así mismo, es fundamental que las investigaciones tengan un enfoque cualitativo o mixto, ya que esto daría cuenta de procesos subjetivos. La palabra, las narraciones y la versión de los migrantes sobre su propia experiencia darán importantes luces de la relación entre migración y salud mental.
Lo anterior es importante en la lógica de lo que revelan la mayoría de los estudios encontrados, los cuales adverten la relevancia de los distintos momentos de la experiencia migratoria como detonadores de estrés o ansiedad. Es decir, es importante revisar las condiciones de salida, tránsito, llegada, acogida y retorno de los migrantes como posibles detonadores de padecimientos de salud mental relacionados con los procesos migratorios. Del lado de esto, factores como el idioma, las redes sociales y las comunidades de apoyo son aspectos centrales en la relación aculturación-integración y en la reducción de factores estresores para los migrantes.
Finalmente, se cuestiona el enfoque bidimensional evidente en la teoría de Berry, en el cual los procesos de integración, asimilación, separación o marginación dependen de las estrategias que tome el migrante; aun cuando la sociedad receptora también puede llevar a cabo procesos de integración o políticas de acogida que tengan en cuenta de manera positiva la cultura de los migrantes. Es decir, nuevos enfoques que desvirtúen los propósitos de la aculturación entendida tradicionalmente, en la que se naturaliza que los migrantes se despojen de sus orígenes y se adapten a la sociedad de acogida. Aspecto que puede redundar en una desmejora de las condiciones de salud mental de los migrantes y potenciales generadores de estrés.